Lotería de Navidad: Tu geodesafío con churros

Donde quedaron aquellos días… aquellos 22 de diciembre en los que la emoción comenzaba a gestarse desde bien temprano. Madrugabas tanto como el Día de Reyes, ilusionada, esperanzada. Era cuando mi madre preparaba un rico desayuno con chocolate caliente y churros, una tradición que se repetía en días especiales. Nos reuníamos todos en el salón, eso cuando no había cole, claro y con los ojos brillando de ilusión por la emoción de salir agraciados. La televisión se encendía para transmitir en directo el sorteo desde el Teatro Real de Madrid. Los niños de San Ildefonso, con sus voces claras y melodiosas, cantaban los números y premios, y cada vez que se mencionaba un número que podría ser el de nuestros boletos, el corazón nos daba un vuelco. La emoción. Los nervios. La esperanza. La ilusión. ¡Qué tiempos!

Ahora ya no se vive igual, al menos yo, al menos en mi casa, pero sí es verdad que mi madre sigue buscando ese premio con tanta emoción como el primer día. Y no será porque no juegue. Por mi parte suelo escuchar el sorteo en el trabajo, para vivir la ilusión de los premiados e informar a mis compis de que “ha salido el gordo”. Y oyes a mi jefe decir “un año tenemos que bajar a la calle con una botella de champán y celebrar como que nos ha tocado”. Ahí es cuando todos decimos, venga, vamos, por eso de tomarnos un respiro jajaja ¡Hay que hacer camisetas!.

Yo jugar juego poco pero lo que juego es por compromiso, alguna participación de algún amigo o solidaria, o para regalar… aún con la certeza de que seguramente no nos toque. Y mira que no suelo ser una persona negativa pero en estos casos a veces es mejor no pensar.

Pero… ¿y si nos toca?

Desde La Fábrica, como todos los años, salvedad del 2023 porque la suerte me la gasté toda durante mi convalecencia, he querído agradecer a esos locos coleccionistas, que me han tenido entretenida con la confección de al menos 50 woodcoins durante el ejercicio 2024, con una pequeña participación y, este año, ya que no la pude hacer el año pasado, la originalidad vino en forma de woodcoin.

Un recuerdo. Una woodcoin. Y… ¿un premio?

Pues aquí estamos, dispuestas a celebrar este domingo 22 de diciembre con un rico desayuno o el tradicional chocolate con churros mientras charlamos de geocaching y teniendo de fondo el Sorteo de Navidad.

¡LA SUERTE ESTÁ ECHADA!

Y si te toca la lotería 

¿Qué locura geocachera harías?